Introducción:
Elegir el protector solar adecuado puede ser a veces tan difícil como descifrar un idioma desconocido. Es posible que haya encontrado numerosas recomendaciones para utilizar protectores solares que contengan dióxido de titanio u óxido de zinc, pero ¿qué hace que estos componentes sean tan esenciales para protegerse de los efectos nocivos del sol?
El óxido de zinc y el dióxido de titanio son dos minerales naturales que poseen características de amplio espectro, lo que significa que pueden impedir que penetren en la piel las radiaciones UVA y UVB emitidas por el sol. Estos compuestos suelen estar presentes en los protectores solares minerales.
Comparación entre protector solar químico y protector solar mineral (Oltmanns 2021)
A la hora de elegir un protector solar, puede resultar abrumador debido a las numerosas opciones disponibles en el mercado, cada una con diferentes ingredientes y valores de FPS. El óxido de zinc y el dióxido de titanio son dos ingredientes minerales que se han hecho cada vez más populares en los últimos años. Ambos se consideran filtros solares minerales porque actúan asentándose sobre la piel y bloqueando o reflejando físicamente los rayos solares, en lugar de ser absorbidos por la piel como los filtros solares químicos.
El ZnO y el TiO2 son especialmente eficaces en la protección de la piel contra los rayos UVA y UVB, que causan daños en la piel, como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y un mayor riesgo de cáncer de piel. Estos minerales también se consideran seguros y no irritantes para la mayoría de los tipos de piel, lo que los convierte en una opción excelente para las personas con piel sensible o reactiva.
En general, a la hora de elegir un protector solar, es importante tener en cuenta los ingredientes y su eficacia para proteger frente a los dañinos rayos UV, así como cualquier posible sensibilidad cutánea o reacción alérgica. El óxido de zinc y el dióxido de titanio son ingredientes naturales, eficaces y generalmente seguros que pueden proporcionar una protección solar fiable a la mayoría de las personas.
La definición de Ultravoilet-A y Ultravoilet -B:
Los rayos ultravioleta (UV) procedentes del sol se clasifican en tres longitudes de onda diferentes: UV-A, UV-B y UV-C. Entre ellos, los rayos UV-A y UV-B son los más dañinos para nuestra piel, mientras que los UV-C son afortunadamente bloqueados por la atmósfera terrestre antes de alcanzar nuestra piel (ROSARIO, MARK et al. 1979).
Los rayos UV-A pueden penetrar profundamente en la piel y llegar más allá de la dermis, que es la capa más gruesa de la piel. Este tipo de radiación puede causar envejecimiento prematuro, arrugas y otros signos de fotoenvejecimiento (Mukherjee, Bahadur et al. 2015).
En cambio, los rayos UV-B tienen una longitud de onda más corta y sólo pueden quemar las capas superficiales de la piel, provocando quemaduras solares y, a la larga, cáncer de piel si la exposición es prolongada.
Para proteger la piel de los efectos nocivos de la radiación UV-A y UV-B, es importante utilizar un protector solar de amplio espectro. Se recomiendan los protectores solares de óxido de zinc y dióxido de titanio porque protegen contra ambos tipos de radiación y es menos probable que provoquen irritaciones cutáneas o reacciones alérgicas. Por lo tanto, es esencial utilizar protectores solares con estos ingredientes para prevenir los daños y el envejecimiento de la piel causados por la radiación UV (Archier, Devaux et al. 2012).
Protector solar químico frente a mineral
La protección solar es esencial para proteger la piel de los efectos nocivos de las radiaciones UV-A y UV-B. Los protectores solares se clasifican en dos tipos: químicos y minerales. Los protectores solares que contienen óxido de zinc y dióxido de titanio son dos ejemplos de protectores solares minerales.
Juntas, las sustancias químicas que componen la protección solar química bloquean los rayos UV-A y UV-B. Desencadenan una reacción química que convierte el calor de los rayos UV y lo expulsa de la piel. Los protectores solares minerales, en cambio, están hechos de materiales orgánicos que descansan sobre la superficie de la piel y absorben y reflejan la luz solar para impedir que los rayos UV penetren en la epidermis. Los protectores solares que contienen óxido de zinc y dióxido de titanio son dos ejemplos de protectores solares minerales (Diffey y Grice 1997).
Muchos dermatólogos recomiendan los protectores solares minerales frente a los químicos. Esto se debe a que la protección solar mineral tiene varios beneficios. Por ejemplo, mientras que los protectores solares químicos tardan unos 20 minutos en empezar a actuar, los minerales ofrecen protección solar nada más aplicarse. Además, los protectores solares químicos pierden rápidamente su eficacia y hay que volver a aplicarlos, mientras que los protectores solares minerales duran más tiempo bajo la luz UV directa. Los protectores solares minerales también son mejores para las pieles sensibles que los protectores solares químicos, porque son más respetuosos con la piel y no obstruyen los poros. Los protectores solares químicos pueden ser más agresivos.
En resumen, los filtros solares minerales son una opción más segura y eficaz de protección solar que los filtros solares químicos. El óxido de zinc y el dióxido de titanio son naturales, eficaces y menos propensos a causar irritaciones cutáneas o reacciones alérgicas. Los protectores solares minerales también son suaves con la piel y proporcionan una protección inmediata frente al sol (Chemicals 2023).
¿Por qué el óxido de zinc es mejor que el dióxido de titanio?
El artículo ofrece información útil sobre la eficacia de los distintos ingredientes de los protectores solares en la protección contra los rayos UV. Los protectores solares de óxido de zinc son ligeramente más eficaces que los de dióxido de titanio para bloquear varios tipos de rayos UV. Tanto el óxido de zinc como el dióxido de titanio son eficaces para obstruir los rayos UV-B y los rayos UV-A de longitud de onda corta, pero el óxido de zinc lo es más. Para proporcionar una protección de amplio espectro, el óxido de zinc, uno de los mejores bloqueadores solares del mercado, se combina frecuentemente con otros bloqueadores UV-B (Schilling, Bradford et al. 2010).
Tabla 1: Diferentes características del óxido de zinc y el dióxido de titanio
Óxido de cinc | Dióxido de titanio | |
¿nutriente mineral crítico? | SÍ | NO |
función biológica en los seres humanos | SÍ | NO |
Aprobado por la FDA para su uso en bebés | SÍ | NO |
versión no nano segura para arrecifes | SÍ | SÍ |
libera radicales libres dañinos cuando se expone a la luz UV | NO | SÍ |
contiene un metal tóxico | NO | SÍ |
antimicrobiano, cicatriza heridas, dermatitis del pañal, trata eczemas y acné, reduce la caspa | SÍ | NO |
Es fundamental leer las etiquetas de los protectores solares y comprender sus componentes. El índice FPS que alcanza un producto de protección solar determina el nivel de protección UVB, pero también son necesarios ingredientes que absorban eficazmente la luz UVA de onda larga para ofrecer una protección de amplio espectro. El óxido de zinc no nano y el dióxido de titanio no nano son los mejores ingredientes activos de protección solar tanto para los seres humanos como para los biosistemas marinos. Cuando se utilizan Ti2O o ZnO, las variedades no nanométricas son cruciales (Liang, Simaiti et al. 2022).
Nivel de protección de diferentes tipos de ingridientes utilizados en protectores solares (Tetzner 2019)